Como Gerente del Auditorio, Emilia contrató los servicios de la agencia que dirigía, lo que nos permitió colaborar estrechamente durante más de tres años.
Desde el primer momento destacó por su visión estratégica y su manera de trabajar: cada decisión estaba centrada en el cliente, siempre con una mirada clara sobre cómo piensa, siente y actúa.
Su forma de comunicarse llamaba la atención: explicaba con una claridad poco común, conectando el qué con el por qué desde la psicología del consumidor.
Era fácil ver que no solo sabía lo que hacía, sino que lo entendía desde la raíz. Rigurosa, comprometida, y con una capacidad divulgadora que hacía que todo el equipo aprendiera. Fue un reto, y un verdadero placer.